17 diciembre 2009

Decimo Septimo Viaje



La ley (del latín lex, legis) es una norma jurídica dictada por el legislador. Es decir, un precepto establecido por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia. Su incumplimiento trae aparejada una sanción.

Estamos oprimidos, no somos libres, no tenemos lugar.
Las constituciones las hacen los hombres, las leyes los opresores, los conquistadores, los esclavizadores. No defienden al indefenso, ni al mártir, ni al pobre. Las leyes las hacen los reyes, los asesinos, son solo un par de letras en un papel y no una razón colectiva. No se piensan, se contradicen, la justicia vive confundida, nuestra justicia esta drogada al borde de la sobredosis.
Perdió la razón y el sentido y actúa por mecanismos, la justicia paso de ser una dama de ojos vendados a ser una maquina robótica topadora de sueños. Todos debemos ser como ellos dicen y no somos como somos, estamos siempre destinados a que una parte de nosotros sea ilegal.
Legislador no es pueblo.
Un precepto establecido por la AUTORIDAD competente, tampoco es pueblo.
Se manda y se prohíbe no es libertad, ni contemplación, no es pueblo, no es felicidad.
Sanción es dinero y si lo tienes porque eres legislador o un precepto o una autoridad podes seguir matando, porque eso es la justicia. Seducida por el dinero y prostituida por el poder y la impunidad.
Yo soy pueblo, ilegal y justo.

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1 comentario:

Tati dijo...

Genial! Muy de acuerdo con tu decimoséptimo viaje.

A la sociedad le hace falta un buen remolino como el que hicimos el finde en la pile...

Abrazo de goal, bro!

Tato