Me exprimís y seguís cerrada, mezclada.
Me cierro a hablarte claramente, porque me exceden los pensamientos, me exceden los recuerdos, me excede tu intención y la cobardía de tus labios que no dejan de temblar.
Seguramente simplemente somos diferentes.
Es metafórico ver taparte tus ojos llorando con las manos que yo he visto matar sin parar.
No entiendo a que le tenés miedo cuando jugas con las pirañas a quien come a quien.
No podes haber disfrutado la adrenalina del desangre de las venas del amor.
Vacía las valijas que hemos cargado.
Nunca más perdido que muerto, me viste sacar la mano mil veces de las arenas movedizas, y si mil veces ha sido por otro, un millón será por mí.
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